Autores:  W. Astudillo, A. Salinas M. y C. Mendinueta A. Paliativos sin Fronteras

El cuidado de los que nos rodean ha sido desde siempre la base para la supervivencia humana, por lo que es un deber, un compromiso y una responsabilidad de unos con otros. Se viene haciendo desde tiempos inmemoriales y es más patente su necesidad cuando surgen enfermedades serias, desastres o pandemias como la que ahora estamos padeciendo.  Puede mejorar con la educación, por lo que es preciso que  todos  tengamos  una  formación  cada  vez mayor para  ofrecerlo con más eficacia.

Para J Needleman, “la Medicina fue la primera ciencia   humana   que   reunía   la   pasión   por comprender y el deseo de ayudar,” siendo cada vez más necesaria la alfabetización en salud del paciente  y  de  la  familia  hasta  equilibrar  su relación con el profesional sanitario, y trabajar
conjuntamente en varios frentes. El cuidado debe estar centrado en el enfermo y será lo más delicado y profesionalizado posible. Se compondrá de una actitud interesada y afectuosa, un trato amable y respetuoso, la atención solícita y cuidadosa, la palabra suave y confortadora; así mismo, el cuidador deberá  conocer cómo actuar en las diferentes circunstancias para no hacer daño al enfermo y para autocuidarse.

Este libro presenta como base del cuidado un mejor conocimiento del individuo  y comprende diversos temas para hacerlo en toda su dimensión humana y no solo sectorialmente. Procura formar al cuidador en las diferentes etapas de atención en la percepción de los síntomas y del sufrimiento del paciente, y en cómo  ser un buen receptor y altavoz de sus problemas,  un agente que colabora en la realización de los tratamientos o le da apoyo para afrontar diferentes crisis o situaciones. El cuidador es y debe ser  un intermediario a través del cual va a poder llegar la ayuda que necesita el enfermo para ganar bienestar y calidad de vida.

Esta obra procura favorecer  una mejor comprensión del enfermo de su padecimiento, por lo que procura: mejorar la comunicación con el afectado para actuar de forma más acorde con sus necesidades, velar por su seguridad,  respetar su voluntad, favorecer su participación si lo
desea,  y ayudar a mantener la dignidad del enfermo.  Da pautas para  reconocer y aliviar el sufrimiento físico, psicosocial y espiritual del enfermo , así como para evaluar sus síntomas, la respuesta a los diversos tratamientos y  colaborar con los equipos sanitarios y sociales de
apoyo.

Está dividido en cinco secciones que cubren los diversos  aspectos del cuidado. La primera comprende  la  detección  de  las  necesidades  y  sentimientos  de  los  enfermos  y el mantenimiento de su dignidad; la segunda trata de la comunicación enfermo-cuidador, familia-equipo; la tercera, sobre el cuidador, su formación, organización y la atención de sus problemas, niños, ancianos, enfermos oncológicos, alimentación, seguridad y el cine como medio para aprender a cuidar al ser humano. La cuarta sección versa sobre los valores de los
enfermos: la espiritualidad, alivio del sufrimiento, final de la vida, duelo  y la toma de decisiones, y la quinta sección, sobre la protección y el autocuidado de los cuidadores, el voluntariado, el cuidador y su paciente, los derechos y deberes de los colectivos beneficiarios
de la atención  y la filosofía de un programa de formación de cuidadores en la cronicidad y en el final de la vida.

El propósito del libro es, pues, ofrecer una buena formación al cuidador, tanto profesional como no profesional, y a sus familiares, no solo para asistir a los pacientes en sus necesidades físicas, sino también en aquellas de tipo emocional, psicosocial y espiritual. Ofrece formas de
personalizar su atención, trabajando con un gran respeto a los valores y a la dignidad de los enfermos, en particular para tratar de detectar a tiempo aquellas formas de amenaza que puede adoptar el sufrimiento.  Los buenos sentimientos del cuidador dejan de ser buenos cuando no se ponen en acción. El trato humanitario que mira o se refiere al bien del género humano procura cuidar cuando sea posible, aliviar con frecuencia y consolar y acompañar al paciente siempre, y forma parte de la ética médica.  El eje sobre el que se sustenta la Medicina, y dentro de ella los cuidados paliativos, es el respeto a los valores y a la dignidad de los enfermos, por lo que deberá ser en todo momento la preocupación principal de los cuidadores  que  los  atienden.  El  cuidado  centrado  en  el enfermo  debe  tener  su correspondencia en los diferentes niveles asistenciales y comprende el apoyo al cuidador, tanto por el resto de la familia, por los centros de salud y hospitales, como por las administraciones públicas.

Sus autores son Wilson Astudillo A, Antonio Salinas M. y Carmen Mendinueta A, médicos miembros fundadores de Paliativos sin Fronteras (PSF) con muchos años de experiencia práctica en la atención a los enfermos. Los fondos que se recauden con este libro serán enteramente empleados por esta ONG sanitaria para mejorar la calidad de vida de los enfermos crónicos y en el final de la vida a través de promover la formación de profesionales en el alivio del dolor, Oncología y los Cuidados Paliativos, en particular de  países de escasos y medianos recursos.  PSF considera que  la educación de los profesionales en estos campos es un instrumento de cambio poderoso que permite una mejor atención de los pacientes.

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